El cannabidiol está demostrando ser efectivo en dos ensayos clínicos, uno para pacientes con Síndrome de Dravet y otro para pacientes con Síndrome de Lennox-Gastaut.
Este derivado del cannabis, disminuye en un 45% la frecuencia y severidad de las crisis aportando esperanza a muchos pacientes con epilepsias graves y a sus familiares. Con el control de las crisis que se adquiere con el cannabidiol los pacientes consiguen mejorar su calidad de vida.
El Dr. Russi, director del Epilepsia Russi Institut, que participa en los dos ensayos clínicos antes mencionados indica que “Este nuevo tratamiento aportará esperanza a muchos pacientes y sus familias para el control de las crisis y la mejor calidad de vida de los afectados.”
Asimismo, la Unidad de Epilepsia del Centro Médico Teknon, Epielpsia Russi Institut, participará en el ensayo clínico internacional con cannabidiol para pacientes con esclerosis tuberosa.