La epilepsia infantil tiene tratamiento y los nuevos medicamentos mejoran la calidad de vida de los afectados reduciendo el número de crisis epilépticas. Un 70% de los casos se controlan con fármacos, pero no curan la enfermedad. Sin embargo, un 30% de los pacientes en los que no se logra controlar la epilepsia con medicación pueden ser candidatos a cirugía de la epilepsia u otras alternativas como el estimulador vagal (VNS), la dieta cetógena o el tratamiento hormonal.
El principal objetivo de nuestro equipo será elegir el tratamiento más efectivo con los menores efectos secundarios para mejorar la calidad de vida del niño.
Los fármacos antiepilépticos actúan sobre los canales y receptores de los canales de sodio, calcio, receptores de GABA y glutamato de las neuronas.
Por regla general, el tratamiento anti epiléptico no debería interferir en el aprendizaje del niño, siempre y cuando el fármaco haya sido prescrito adecuadamente. Además, una epilepsia mal controlada puede tener repercusiones negativas sobre el aprendizaje, por lo que al suprimir las crisis, el tratamiento puede ser incluso beneficioso para el rendimiento escolar.
No obstante, es conveniente evaluar las funciones cognitivas para manejar la dosificación y ajuste de los fármacos.
Un 10% de los pacientes en los que no se logra controlar la epilepsia con medicación pueden ser candidatos a cirugía de la epilepsia. Con esta técnica hasta un 75% de ellos puede quedar libre de crisis. Los candidatos a tratamiento quirúrgico deberán ser sometidos a unos estudios previos para ver si pueden operarse. Para ello, se deberá localizar el origen de las crisis y si se puede intervenir sin dañar las funciones motoras y cognitivas.
1) Dieta cetógena
En algunos niños con epilepsias rebeldes se puede emplear una dieta especial, la dieta cetógena, que en algunos casos puede resultar muy eficaz. Este tipo de dieta consiste en invertir la cantidad de grasas y carbohidratos que se dan al niño para producir cuerpos cetógenos que mejore la epilepsia.
Nuestros especialistas elaboran dietas totalmente adaptadas al niño con epilepsia con productos básicos de mercado.
Consiste en la estimulación eléctrica intermitente del nervio vago izquierdo producida por un generador de estímulos que se implanta bajo la piel del tórax.
3) Tratamiento hormonal
La epilepsia también se puede controlar mediante hormonas. Concretamente con la hormona adrenocorticotropa (ACTH) o corticoides.
El paciente deberé permanecer una semana ingresado para poder monitorizar su evolución y valorar los resultados (vídeo EEG), ya que este tipo de tratamiento puede provocar efectos secundarios, como la hipertensión o la obesidad.